Sin lugar a dudas, la audición es para los seres humanos uno de los sentidos más importantes. Según muchos estudios psicológicos, solo la vista es más importante y utilizada. Y es que la audición ha tenido una función adaptativa sumamente importante para los humanos, debido a que ha funcionado como un recurso sumamente útil para nuestra eficiente supervivencia. Cuando el humano vivía en cavernas, era de suma importancia tener una audición óptima para poder estar atento ante cualquier peligro y riesgo que pudiera haber allá fuera, así como para tener una comunicación efectiva.
Con el paso de los años, el humano ha necesitado perfeccionar su audición, y sin duda hemos evolucionado para tener una audición bastante aceptable y muy bien lograda. Es innegable el gran uso que el humano tiene sobre este sentido, y siempre ha tenido. Solo tomando en cuenta que la comunicación sería sumamente diferente sin la audición, es mucho decir. Y es que, a pesar de que en la actualidad la comunicación escrita y por señas está muy globalizada y es sumamente común, la comunicación por medio del habla y la audición es sin duda la más extendida y utilizada.
En gran parte es gracias a la audición que el ser humano ha logrado adaptarse y sobrevivir durante cientos de siglos. Por estas razones, resulta de suma importancia que cuidemos nuestra audición. Y en caso de tener algún inconveniente para escuchar bien, acudir a alguna solución auditiva, para así poder estar en armonía con el resto de personas, manteniendo una comunicación efectiva con todos, así como estar atento ante cualquier riesgo que pueda mostrar el mundo actual.
A la hora de encontrarnos con personas que utilizan soluciones auditivas, es sin duda por algún defecto o varios defectos en su órgano auditivo. Es decir, aquellas personas que a nivel fisiológico tienen problemas en su oído. Podemos ver que existen personas que tienen este defecto de nacimiento, o bien hayan sufrido algún accidente durante su vida. Debemos tener en cuenta que pueden ser muchas las razones por las que una persona tenga problemas auditivos, por lo que es muy amplia la lista de necesidades que tiene una persona con problemas de audición, ya que cada caso varía mucho, y existen una gran variedad de distintas personas con algún problema auditivo.
Utilizar una solución auditiva por tener una sensibilidad disminuida
Al haber una gran cantidad de necesidades, nos encontraremos con casos muy distantes y diferentes unos de otros. Uno de los casos más comunes es el de aquellas personas que tienen una sensibilidad auditiva claramente disminuida, es decir, que les cuesta oír los ruidos del mundo exterior, y si logran oír los sonidos, muy seguramente los oyen de forma mermada. Ante este caso, evidentemente es necesario utilizar una solución auditiva que potencia el sonido, o también conocido como amplificador del sonido.
La persona se coloca el dispositivo y logra oír de forma más clara y ruidosa los sonidos del mundo. Logrando así disminuir su problema auditivo, y disminuyendo cualquier peligro que puede sufrir, debido a que como dijimos al principio, la audición es un sentido sumamente importante para procurar la supervivencia y adaptación al medio ambiente.
Y es precisamente por eso que un montón de reglamentos exigen a las personas con problemas auditivos utilizar una solución auditiva en su ambiente de trabajo o vida cotidiana. Debido a que esto disminuye mucho el riesgo de sufrir algún accidente, y en caso de sufrirlo tener la capacidad de reaccionar. Podemos imaginar el gran peligro que puede significar un conductor con un claro problema auditivo, poniendo en riesgo a todas las personas a su alrededor, comenzando por los peatones y luego por los otros conductores, los cuales no podrán advertirle de los peligros de la carretera con el sonido de la bocina como cualquier persona haría.
Utilizar una solución auditiva por tener una sensibilidad aumentada
Ya habiendo mencionado a las personas con una sensibilidad disminuida, debemos irnos al otro extremo: aquellas personas con sensibilidad aumentada. Cuando hablamos de una sensibilidad aumentada o incrementada, nos encontramos con aquellas personas que oyen mucho más ruidoso todos los sonidos del exterior. Para estas personas, existe una unidad de valor llamada SNR. También es muy común necesitar atenuar el ruido si se trabaja o convive en un ambiente de trabajo ruidoso como una construcción. Si su ambiente de trabajo suele ser muy ruidoso, se recomienda encarecidamente utilizar un dispositivo que nos ofrezca valor SNR.
¿Qué es el valor SNR?
El valor SNR (Single Number Ratio), se trata del valor medio de aislamiento del sonido en una protección auditiva, para así ofrecer una óptima protección en varias frecuencias. El valor SNR indica la cantidad de dB que se logran reducir una vez la persona coloca el dispositivo en su oído. Es decir, un valor SNR de 50 dB indica que un ruido de 60 dB disminuye a 10 dB. Este valor se obtiene para cada equipo a partir de la protección asumida y el efecto que ésta tiene sobre un ruido rosa, el cual es un ruido que posee iguales niveles de presión acústicas en todas las a octavas. Por esta razón, el valor SNR es independiente del ruido ambiental.
Si necesitas usar protección auditiva, debes tener las siguientes consideraciones:
Tipos de protección auditiva
Existen cuatro principales tipos de protección auditiva, entre las cuales nos encontramos con los tapones, tapones con arnés, orejeras y equipos especiales. Según sea tu caso, tendrás que escoger una u otra opción.
Recomendaciones de uso y mantenimiento de un equipo de protección auditiva
Recomendamos limpiar los equipos de protección auditiva de forma periódica, sobre todo si la persona se expone a ambientes muy sucios. Los protectores auditivos, y sobre todo los tapones tendrán que ser manipulados únicamente con las manos limpias. Debes tener en cuenta que los tapones son de uso exclusivamente individual. Si una orejera se utilizará por más de una persona, tendrá que ser limpiada después de cada uso. También es muy importante no manipular el equipo si no es necesario, y con mucha más razón evitar que otra persona lo haga.
